El expediente de regulación de empleo de Tioxide remueve de nuevo el Polo Químico l A los dos centenares de trabajadores a la espera de Nilefos se le suman ahora los 280 empleados de Tioxide.
EL Polo no gana para sustos. La industria química todavía está recuperándose del intento de expediente de regulación de empleo en Nilefos (finalmente retirado en un proceso aún por cerrar en la fábrica) cuando esta semana surgía otro conflicto laboral en Tioxide.Las diferencias entre los expedientes son notables en un principio: si Nilefos presentaba uno para el cierre de la factoría procedente de una empresa prácticamente desconocida en la capital, Tioxide propone un expediente temporal para 46 trabajadores ante un obligado descenso de la producción por las dificultades para obtener la materia prima, según argumenta la empresa. Sin embargo, en medio de una crisis económica en la que la propia patronal química (Feique) reconoce que es previsible que la producción se estanque, el expediente ha despertado los lógicos recelos en los trabajadores de Tioxide, que ven en el ERE temporal una muestra más de "desinterés" del grupo Huntsman por la factoría de Huelva. Un grupo que además está inmerso en un tortuoso proceso de venta-fusión con Hexion, (filial del fondo de capital riesgo Apollo Group) que ha acabado en los tribunales.El empleo industrial, estable y de calidad, vuelve a estar en el punto de mira en un contexto de suspensiones de pagos y ERE en toda la economía provincial. Aunque desde los sindicatos no se prevé que haya ningún expediente más por el momento en las fábricas onubenses, el delegado del Gobierno andaluz, Manuel Alfonso Jiménez, ha tenido que salir rápidamente al paso de la crisis local para asegurar que el expediente de Tioxide no supondrá "una concatenación de cierres en el Polo Químico". Los 280 trabajadores directos de Tioxide esperan mientras tanto los resultados de la negociación con el comité de empresa. Dos reuniones clave se producirán la próxima semana: una con la Inspección de Trabajo, que quiere recabar información del comité, y otra con la empresa. Ese compás de espera que se hace eterno se repite: es el mismo que los trabajadores de Nilefos sufrieron durante meses después de conocerse la intención de la empresa de cerrar la factoría de Huelva, cuando las elecciones y las dificultades para elaborar un proyecto de futuro para la empresa retrasaban en el tiempo una solución que se pedía más rápida. Y en el que viven todavía al no haberse iniciado el plan industrial, aquel que permitirá retomar la actividad con una nueva producción destinada a la alimentación animal. Ya se ha estado trabajando en la adaptación de las plantas e incluso se ha hecho alguna prueba. Los empleados aprovechan para coger las vacaciones pendientes y saben que el proyecto presentado ha contado con el visto bueno medioambiental. Sólo les resta saber qué ayudas de la Junta de Andalucía podrán impulsar el proyecto para ver si el futuro buscado para Nilefos se convierte en una realidad.
huelvainformacion.es
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