El blog de FOL de José Manuel Roca.- Unos 90 alumnos de tres escuelas taller terminan en este mes sus clases y comienzan su periplo para insertarse laboralmente avalados por su preparación.
Buscar empleo en tiempos de crisis se antoja una misión imposible. O no. Depende de cómo de preparados lleguen al mercado laboral los aspirantes. Es cierto que la formación no asegura nada, pero la cosa cambia cuando se ha aprendido trabajando. Al menos eso esperan los casi 90 alumnos de escuelas taller de la ciudad que terminan sus clases en estas semanas y que empiezan su inserción laboral escuchando los datos del paro.La escuela taller ´Campanillas-Churriana II´ cerró ayer sus puertas con la entrega de los certificados a los 23 alumnos que ha tenido a su cargo, distribuidos en tres módulos dedicados a enseñar los secretos de la albañilería, electricidad y de pintura. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, fue el encargado de ´licenciar´ a estos jóvenes, que durante un año han estado recibiendo clases y realizando un trabajo profesional para la mejora de estos dos distritos del extrarradio, en especial en el manteniendo de los colegios y la eliminación de barreras arquitectónicas.El presupuesto de esta escuela-taller, que ha concluido su segunda edición, ha sido de más de 650.000 euros, con una ayuda de 591.714 euros por parte del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) y una aportación del Instituto Municipal de Formación y Empleo (IMFE) de 59.161 euros.También está aprovechando sus últimos días la escuela-taller de ´La Cónsula´, que el lunes se clausura. Esta iniciativa, promovida por el IMFE y apoyada por el SAE de la Junta de Andalucía, tiene un alumnado de 36 personas que han estudiado para jardineros, albañiles y pavimentador-adoquinador. Estas clases han tenido su aplicación práctica en las tareas de rehabilitación y mantenimiento de la finca que acoge la sede de la Escuela de Hostelería de Málaga.Estos alumnos fueron seleccionados en su momento entre desempleados menores de 25 años y con problemas para su inserción laboral. Durante su formación, los alumnos reciben una beca y un 75% del salario mínimo interprofesional.Discapacitados. El 31 de enero dará por terminada la escuela taller promovida por la asociación Aspromanis en La Milagrosa, que cuenta con 30 alumnos y ayer fue visitada por el consejero de Empleo, Antonio Fernández.Aspromanis, que busca la promoción e integración de personas con discapacidad intelectual, puso en marcha una escuela taller centrada en enseñar oficios de horticultura y albañilería.Esta iniciativa ha tenido una ayuda de la Administración autonómica de 710.000 euros, que ha permitido a sus 30 alumnos encontrar una formación de calidad y ayudar a la integración laboral de diez discapacitados, que forman parte del alumnado.El módulo de horticultura ha consistido en convertir una parcela de 1.800 metros cuadrados en un huerto productivo, con más de 40 cultivos distintos. Por su parte, los alumnos de albañilería han trabajado en el cerramiento de una nave y en la reforma del muro que rodea el centro La Milagrosa, así como en la construcción de varios edificios para aperos y en la creación del invernadero.La escuela taller ha formado a 11 mujeres y 19 hombres y ha tenido un sentido integrador, al mezclar alumnos con discapacidad con otros. El proyecto ha contribuido a la inserción de algunos alumnos con problemas sociales, al trasmitirles aspectos de educación básica, como la higiene o la puntualidad.
MIGUEL FERRARY laopiniondemalaga.es
