19 ene 2009

JESÚS VENTURA SAHORNIL PREMIO NACIONAL DE FP DE GRADO SUPERIOR 2006/2007


El blog de FOL de José Manuel Roca.- «No era un buen estudiante, pero con esfuerzo se puede conseguir todo». Dejó el Bachillerato con 16 años y se puso a trabajar, pero volvió a estudiar para mejorar sus expectativas en el mundo laboral.


«Por el centro pasan chicos muy buenos, pero éste ha sido una auténtica maravilla, no sólo en lo académico, sino también como persona, por su talla humana. Ha sido un chico excepcional en sus relaciones con los profesores y con los compañeros de promoción, y como docente sólo puedo pedir que ojalá hubiera más como él». Lo dice Carlos Polanco, director del Centro Integrado de Formación Profesional 'Juan de Herrera' de Valladolid, que habla con orgullo de Jesús Ventura Sahornil (Valladolid, 1981), premio extraordinario de FP en Castilla y León y ahora también premio nacional de FP de Grado Superior 2006/2007, en reconocimiento a su brillante expediente académico.
-Un estudiante modelo...
-Ha sido un camino un poco extraño. Con 16 años empecé a estudiar primero de Bachillerato y la verdad es que no era muy buen estudiante. Lo dejé y me fui a trabajar. Empecé de aprendiz de tornero y tuve la 'suerte' de caer en una empresa no muy buena, que me hizo despertar. Tardé cinco años en hacerlo, pero entonces me planteé un poco todo y maduré.
-¿Le vio las orejas al lobo?
-Sí, se las vi; y bien vistas, además. Trabajaba muchas horas y por muy poco dinero. Entonces tomé la decisión de volver a estudiar. Como no tenía el Bachillerato sólo podía hacer un ciclo de FP de Grado Medio. Cuando terminé, un grupo de profesores muy bueno que tenía me animaron a presentarme a las pruebas de acceso al Grado Superior. Fue lo que más me ha costado de todo, porque me preparé en muy poco tiempo y son unas pruebas muy duras. Aprobé, y a partir de ahí toda ha ido mucho mejor.
Matrícula de honor
-No se conformó con ese Grado Medio...
-En principio mi objetivo sólo era tener una pequeña titulación para poder estar un poco mejor laboralmente. Pero ya que estaba...
-No sólo eso. Ha aprobado los dos ciclos con matrícula de honor.
-Sí, creo que fue un 9,5 en Grado Medio y un 9,8 en Grado Superior.
-¿Cómo se explica ese cambio de un estudiante que no es capaz de acabar primero de Bachillerato a un alumno tan brillante en FP?
-Creo que es la madurez que te da la edad y eso que comentábamos antes, de ver la realidad de la vida laboral.
-Se demuestra así aquello de 'quien quiere puede'.
-Con ganas, esfuerzo y constancia se puede conseguir cualquier cosa. Yo era un estudiante del 4,5, de 'a ver si apruebo'. Pero si te lo propones, creo que se puede conseguir todo.
-Pero hacerlo con una nota media de 9,8 tampoco es lo más normal...
-Es esfuerzo, y motivación. Cuando estudiaba la ESO lo hacía de una manera más fugaz, estaba allí y estudiaba porque tenía que hacerlo. Pero cuando lo haces con motivación ya es otra cosa.
-Después llegó el salto a la Universidad.
-Sí, ahora estoy estudiando segundo de Ingeniería Técnica Industrial, en la Escuela Politécnica, en la especialidad de Mecánica.
-En el camino ha seguido trabajando y ha tenido tiempo para aprobar unas oposiciones...
-Sí, no he dejado de trabajar desde los 16 años. Saqué una oposición para un trabajo a tiempo parcial en el Servicio Municipal de Limpieza. Estoy muy contento por haber sacado esa plaza, porque me viene perfecto para seguir estudiando. También el año pasado aprobé unas oposiciones de profesor, pero sólo salieron cinco plazas en Castilla y León y como no tenía méritos quedé el sexto. Así que desgraciadamente me quedé sin plaza. Me hubiera gustado mucho sacarla.
Vocación tardía
-¿Le gusta la docencia entonces?
-Sí, me gusta bastante. Creo que he descubierto mi vocación, una vocación tardía. De hecho estoy estudiando ingeniería pero no estoy pensando ser ingeniero. Quizás lo sea o no, pero me gustaría trabajar en el ámbito de la educación. Y si puede ser en Castilla y León, mucho mejor. En la empresa privada seguramente se gana más dinero, pero me gustaría encontrar un trabajo donde poder aportar algo a los demás, a la vida pública.
-El índice de inserción laboral de los alumnos de FP es altísimo. Si hubiera querido, seguro que habría podido encontrar un buen empleo...
-Sí, he tenido bastantes entrevistas de trabajo. También me llamaron de Iveco y de Renault, esas han sido las ofertas que más me ha dolido dejar, pero ya tenía decidido que no puedo volver a cometer el error de dejar de estudiar y luego arrepentirme.
-¿Encontró mucha diferencia entre el instituto de FP y la universidad?
-Es distinto. En FP no se trabaja tanto la teoría, sino la práctica, las habilidades y destrezas, con casos reales. En la universidad uno empieza con mucha base teórica, que quizás es lo que me faltaba a mí. Por ejemplo, en la universidad yo tengo prácticas que no se parecen en nada a las de FP. Tienen el nombre de prácticas, pero tú sólo ves cómo lo hace el profesor.
-¿Y cómo lo lleva?
-Lo llevo bastante bien, sufriendo un poco en época de exámenes, pero estoy muy contento. Tengo de todo, sobresalientes, notables, suficientes... notas normales.
-Siente la presión de haber sacado siempre matrículas de honor...
-No, porque asumo que estoy trabajando y haciendo más cosas, y estoy satisfecho con lo que he conseguido.
-¿La FP está superando el desprestigio social al que ha estado condenada durante mucho tiempo, cuando se pensaba que era la única salida para quienes no podían ir a la Universidad?
-Esa era un poco la visión de la época de nuestros padres, pero a las pruebas me remito: las empresas demandas muchísima gente de FP. Y se está invirtiendo mucho para mejorar su calidad y eso se está notando, porque hay implicación del Estado y de las administraciones. Incluso en algunos casos tiene más medios que la Universidad.

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